Poemas de Montse Grao

Escribir es el alimento de mi interior. Escribo desde niña. poesías, cuentos, relatos, que jamás almacené. La poesía es la condensación de la vida. La escritura es la terapia más perfecta, compartirla es terapia de grupo.

Montserrat Grao Ruiz, natural de Tudela (Navarra) hija y nieta de poetas, reside en Zaragoza.- Pertenece a la Tertulia Literaria Van Gogh desde el año 1998, y aparece como autora en el libro Mientras tantos... de dicha Tertulia publicado en abril de 2000 junto con otros 19 escritores.

- Ha participado en la publicación, junto las poetas, María Otal y Belén López del libro Atemporal, y en mayo de 2004.
- Publicó en solitario su libro de relatos DESNUDA, en el que la autora hace una introspección de sí misma.
- Ha sido seleccionada durante los años 2001 y 2002 la Muestra de Poesía Picarral.
- Ganadora del III Premio de relatos de las Fiestas del Actur de Zaragoza 2004.
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LOS AMANTES
Quizás fueron las prisas
de vivir el futuro,
sin haberlo sembrado.
Quizás entre sus manos
no se quedó el aroma del romero
impregnando los rincones
de aquella habitación.

Quizás, tuvieron tanto miedo
a romper el canto aterciopelado
de los pájaros,
que no supieron disfrutar su música.

Quizás fue un momento
perdido entre rutinas grises,
lo que les hizo olvidar
el flujo de su hechizo.

Quizás por eso, ahora,
equivocando el tiempo,
han borrado los surcos del arado
que sembró los futuros de su otoño,
y reviviendo besos,
han vuelto a recordar la primavera.

Montse Grao.11-8-05
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Diciembre me ha dibujado una sonrisa,
la sonrisa que espera
no la despinte el agua de la lluvia.
Diciembre ha traído,
lucecitas doradas a mis ojos,
pues me dejó tu tiempo, tu calor y tus versos.

Diciembre me sonríe,
me invita a renacer en tus palabras
para perderme luego
en la húmeda delicia de tus besos.
Tu regazo ilumina mis ojos,
es tu amor un misterio.

Montse Grao / 14-12-03
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Te regalo el misterio
que brilla en mis pupilas;
te invito a que te adentres
en mis profundidades
para que desmenuces
todos aquellos miedos
que acompañan mis lunas.

En cuatro atardeceres
te hiciste amo y señor
de mis deseos;
aprendiste a nadar
entre mis recovecos;
sin embargo, todavía preguntas
qué escondo bajo el sol;
qué hay detrás del sarcasmo
con que barnizo
el saco de las desilusiones.

Mírame,
tengo mis manos limpias
señalándote el modo
de llegar a mis miedos.

Cruza el umbral,
atrévete,
no tienes otra forma de saberlo.

Montse Grao / 20.10.04